30 may 2024 Publicado en: Novedades
Sobre Arquitectura con Emilio Magnone

Hablamos con Emilio Magnone, arquitecto de renombre con una sólida formación académica y una trayectoria profesional destacada.

Graduado como arquitecto en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República, en Montevideo, Uruguay. Además, ha sido docente G2 en la misma universidad, impartiendo conocimientos en el área de anteproyectos.

 

Desde 2011, se desempeña como Arquitecto Director en Magnone Arquitectos. Bajo su dirección, la firma ha proyectado más de 60,000 metros cuadrados en diversos ámbitos, incluyendo arquitectura comercial, residencial, desarrollo inmobiliario y proyectos experimentales.

 

Los proyectos de Emilio no solo se encuentran en Uruguay, sino que también han tenido impacto en países como Estados Unidos, Argentina, Brasil y Bolivia.


La IA, ¿amiga o enemiga?

Sin duda, muy amiga. Al principio, cuando salieron todas las nuevas tecnologías, obviamente paniqueamos, pero un amigo nos contó una historia sobre Kasparov cuando jugaba ajedrez contra la primera inteligencia artificial, Deep Blue.

Dicen que Deep Blue ganaba la mayoría de las partidas, hasta que Kasparov empezó a jugar con una inteligencia artificial al lado y ya no perdió más. No sé qué tan cierta es la historia, pero me gusta. La inteligencia artificial puede ser muy buena si se usa bien, como cualquier herramienta.

Cuando se usa de modo de cyborg, con el humano utilizando la máquina, hay un potencial ilimitado. En el estudio, siempre hay un promedio de edad de 25-30 años, pero los más jóvenes están más metidos en esos mundos y nos enseñaron mucho. Desde los renders que usamos para mostrarle al cliente hasta las imágenes de referencia, que antes tomaban horas buscar en la computadora, ahora las creamos en un instante. Hay un potencial ilimitado para disparar ideas distintas, y lo que haces con eso y cómo lo llevas a cabo depende del arquitecto.


3-whatsapp-image-2024-05-29-at-162.jpegImágenes creada con AI 


¿Cuál es tu proyecto favorito en el que has trabajado?

Mi favorito es Escaramuza, sin duda. Fue un proyecto que hicimos con Fabrizio Devoto, en un momento en el cual estábamos cambiando mucho la forma de trabajar y nos propusieron hacer una librería, y eso fue una locura. Nunca lo habíamos hecho, siempre habíamos tenido ganas. Ellos estaban buscando una casa, los acompañamos en la última búsqueda y cuando llegamos a ese lugar fue como mágico. Encontramos el espacio que ya estaba armado, fuimos atravesando los lugares hasta llegar al jardín y dijimos ¡Es acá! 

Y bueno después de ahí, en adelante fue un proceso divino  

recurso-7-100.jpgrecurso-9-100.jpgFotografía _ Marcos Guiponi


¿Cuál es el aspecto más desafiante de la arquitectura?

Hasta ahora, el arquitecto siempre venía siendo como un todólogo, sabía un poquito de muchas cosas. Ahora el mundo se está volviendo cada vez más específico, entonces es necesario especializarse cada vez más en un factor.

Lo que nos está pasando ahora como arquitectos es que estamos siempre trabajando con equipos gigantes, con ingenieros, economistas, contadores, y la posición del arquitecto ahora queda un tanto desdibujada, lidiando con un montón de cosas.

Dónde posicionarse y cómo hacer que tu trabajo realmente valga la pena es el principal desafío, sobre todo porque terminas lidiando, trabajando y comunicándote con muchas personas. Ahí es donde la unión de esos cables define el éxito o el fracaso de un proyecto; ese es el factor más desafiante.


recurso-12-100.jpgVantem _ UY / Fotografía _ Juan Nin

Para vos, ¿Qué impacto/relevancia tienen en la vida cotidiana la cocina y el baño?

Hay un factor que para nosotros es importante, que tiene que ver con una vivienda. 

La palabra hogar viene de hoguera, del lugar donde se cocinaba, donde se juntaba la familia alrededor del alimento, del fuego. Eso, después, con la Cocina de Frankfurt, se terminó variando hacia otras cosas, y para nosotros está bueno llevarlo de vuelta a eso, que la cocina sea el centro del hogar y que a partir de ahí se empiecen a tejer un montón de situaciones y actividades. 

En un proyecto modular que habíamos hecho, no solo era la pieza central, sino que además era un elemento infraestructural muy fuerte. Tenía muchos desafíos a solucionar, y si solucionabas eso, el resto de los espacios discurrían solos. Entonces, para nosotros, la cocina tiene un factor fundamental, sobre todo la cocina.

 


¿Qué te inspira a la hora de diseñar nuevos espacios?

Esa es una pregunta que me han hecho varias veces en términos de si sigo alguna corriente o tendencia, pero en realidad lo que me inspira son muchos factores de mil lugares distintos: del mundo del arte, de la música, del cine (sobre todo del cine). 

Hay un tejido de diferentes funciones que se dan cuando uno está proyectando, y se elabora como un cuento que después termina bajando y convirtiéndose en materia. Creo que es eso, que la historia o la narrativa de lo que te imaginas cuando vas a construir cierra después cuando se construye, es una cosa completamente distinta, cada proyecto es un mundo distinto. 

Por ejemplo, pensando en Magma Futura y Escaramuza, parecen hechos por dos arquitectos completamente distintos. Fueron proyectos distintos, con clientes distintos, con equipos distintos, y hay algo que tiene mucho que ver con que el equipo también define el proyecto, y el cliente también. No nos interesa poner una firma y que la arquitectura de Magnone sea reconocida por eso, sino más bien todo lo contrario, tratar de resolver las cosas lo mejor posible y dejar las cosas un poquito mejor de lo que estaban.

recurso-13-100.jpgProyecto Vantem _ USA



¿Hay algún proyecto en el que hayas tenido que superar desafíos específicos relacionados con la luz, la sombra o los materiales? ¿Cómo lo abordaste?

Magma Futura, que hicimos con Gustavo Bardavid, Mateo Vidal y Facundo Romero Pío, fue bastante desafiante. Estábamos en una pecera, donde entraba mucha luz natural, y era necesario crear espacios de luz natural donde se proyectaban cosas, y lugares de mucha iluminación para mostrar productos.


1-recurso-14-100.jpgFotografía _ Aldo Lanzi


 Fue desafiante también por el hecho de que no solo lo que sucede afuera, sino la nave es una esfera, medio dorada, un color champán fue el que terminamos encontrando, y cómo iluminabas eso, los reflejos que te daban te podían matar la vista o dar un cierto caso de éxito. Nos imaginamos un proyecto con muchas luces y terminamos sacando la mitad porque era demasiado, como un microondas, jaja.

 


equipamientos-final-copy.jpgEsquemas de Equipamiento _ Magma Futura


¿Qué parte del proceso de diseño disfrutas más y por qué?

 

Algo interesante de los equipos de trabajo es cómo funcionan y cómo, hablando con los clientes, en el momento de trabajo, es algo que es casi un superpoder. Es fantástico y mágico tener la capacidad de pasar algo de un estado gaseoso a materia.

En realidad, el origen es una sinapsis: dos neuronas haciendo una conexión eléctrica. Poder pasar algo de lo mental a lo sólido y después interactuar con eso y vivir dentro de esos lugares es lo más lindo de la arquitectura.

Es un proceso casi alquímico que termina volviéndose edificio. A veces lo logras materializar, y está buenísimo, pero a veces simplemente el proceso está divino.


recurso-22-50.jpgProyecto Vantem _ UY


Muchos proyectos son de píxel, antes eran de papel. Quedaron guardados en una computadora y no se terminaron de construir. Nos ha pasado con un par, medio grandes inclusive. Pero cuando estás haciendo ese proyecto, es real en tu cerebro. Te lo imaginas como algo que va a funcionar, que se va a construir, te imaginas cómo va a vivir la gente ahí adentro, te inventas cuentos en el medio y eso ya un poco lo hace real.

Después se solidifica o no, es otra cosa. Siempre es mejor cuando se solidifica y te vuela la cabeza; es mágico. Empiezas a tocar las cosas, vas por la calle viendo los materiales y los espacios, y terminas observando absolutamente todo. Pero ese proceso simplemente es una locura y creo que termina siendo lo más divertido de ser arquitecto.

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